Fluminense vive un presente brillante bajo la conducción de Renato Gaúcho, consolidándose como uno de los equipos más en forma del continente gracias a una racha de seis partidos invicto, con cuatro victorias y dos empates. Su más reciente triunfo 2-1 sobre Fortaleza en el Maracanã reafirma la fortaleza del “Tricolor” carioca en su estadio, donde combina solidez y confianza para imponer condiciones. Además, la ventaja obtenida en el partido de ida en Colombia (2-1) le brinda una tranquilidad extra, ya que incluso un empate le bastaría para asegurar su clasificación a los cuartos de final. Este escenario favorable permite al equipo jugar con mayor libertad, desplegar su mejor fútbol y apoyarse en el impulso de su hinchada en el mítico Maracanã, reforzando su condición de serio candidato en el certamen.
América de Cali llega al Maracanã en una situación delicada, arrastrando una racha de tres partidos sin ganar que refleja las dificultades que atraviesa en el Clausura colombiano. Su más reciente tropiezo fue la derrota 2-1 ante Deportivo Pereira, encuentro en el que el técnico Jorge Orosmán optó por guardar a varios de sus titulares con la mira puesta en este decisivo duelo internacional. Sin embargo, el panorama no es alentador, ya que el revés por 2-1 en el partido de ida lo obliga a buscar una victoria por dos o más goles de diferencia para poder clasificar, una tarea exigente ante un rival fuerte y en un escenario tan imponente como el Maracanã. Esta necesidad, sumada al mal presente en el torneo local, incrementa la presión sobre el plantel y deja dudas acerca de su fortaleza mental para afrontar un reto de semejante magnitud.
