Independiente afronta un desafío crucial tras caer 1-0 en su visita a la Universidad de Chile por la ida de los octavos de final de la Copa Sudamericana, resultado que lo obliga a reaccionar en Avellaneda. El Rojo deposita sus esperanzas en la fortaleza que representa jugar en casa y en el incondicional apoyo de su hinchada, que históricamente ha sido un impulso determinante en noches de copa. Sin embargo, la misión no será sencilla: el conjunto argentino necesita marcar al menos dos goles para revertir la serie, lo que exige máxima eficacia ofensiva y una defensa sin fisuras para evitar que el rival anote y complique aún más el panorama. En este contexto, Independiente debe apelar a su jerarquía y tradición internacional para intentar otra remontada épica y seguir con vida en el certamen continental.
Universidad de Chile dio un paso importante en la ida de los octavos de final de la Copa Sudamericana al imponerse 1-0 sobre Independiente, un resultado ajustado pero valioso que le otorga una ligera ventaja en la serie. Consciente de que la visita a Avellaneda será una prueba de alta exigencia, el equipo mapochino buscará administrar con inteligencia la diferencia conseguida, priorizando el orden táctico y la solidez entre líneas para contener a un rival necesitado de goles. Al mismo tiempo, intentará aprovechar los espacios que pueda dejar el conjunto argentino para golpear de contragolpe y, de ser posible, ampliar la ventaja, lo que le daría mayor tranquilidad en su aspiración de avanzar a la siguiente fase. En este escenario, la clave para la U estará en mantener la concentración durante los 90 minutos y combinar disciplina defensiva con oportunismo ofensivo.
