Bolívar se caracteriza por desplegar un fútbol intenso, físico y estratégicamente ordenado, capitalizando al máximo las exigentes condiciones de altura en La Paz, un factor que suele incomodar a los rivales poco habituados a este entorno. El equipo paceño combina una defensa sólida con una propuesta ofensiva constante, especialmente respaldado por el impulso de su apasionada afición cuando juega en casa. La reciente incorporación del delantero uruguayo Martín Cauteruccio, procedente de Sporting Cristal, ha reforzado notablemente el poder de ataque, aportando ya dos goles y una rápida adaptación al ritmo que exige la altitud. Junto con la experiencia y liderazgo de figuras como el portero Carlos Lampe y el volante Robson Matheus, el conjunto celeste se presenta como un adversario de alto riesgo para cualquier visitante, capaz de imponer su estilo y aprovechar cada oportunidad para inclinar el marcador a su favor.
Cienciano afronta este compromiso internacional después de igualar 1-1 como visitante ante Comerciantes Unidos en la Liga1 de Perú, un resultado que refleja una etapa de transición marcada por la partida de figuras clave como Christian Cueva, Gaspar Gentile y Josué Estrada, quienes se unieron a Emelec y Alianza Lima durante la pausa del torneo. Bajo la dirección de Carlos Desio, el conjunto cusqueño ha logrado mantenerse competitivo en el ámbito local, ubicándose en la zona media del Torneo Clausura con 5 puntos en varios encuentros disputados, a pesar de las bajas sensibles. La renovación del plantel y la adaptación de sus nuevos elementos se perfilan como factores decisivos para enfrentar con éxito este reto continental, más aún considerando las exigentes condiciones ambientales que deberán afrontar en suelo boliviano, donde la resistencia física y la cohesión del equipo jugarán un papel determinante para aspirar a un resultado favorable.
