El PSG cerró la última temporada como uno de los equipos más destacados del fútbol europeo, consagrándose campeón tanto de la Ligue 1 como de la Champions League, exhibiendo un rendimiento de alto nivel en cada compromiso de ambos torneos. Su fortaleza colectiva, combinada con la calidad individual de sus figuras, lo posicionó como uno de los grandes candidatos en el reciente Mundial de Clubes. En dicha competición, el conjunto parisino mantuvo un juego sólido y efectivo que le permitió llegar hasta la final, instancia en la que, pese a su buen recorrido, cayó por 3-0 frente al Chelsea. Este desempeño reafirma el estatus del PSG como un rival de élite, capaz de competir al máximo nivel en múltiples frentes.
Tottenham dejó una temporada marcada por el contraste entre su rendimiento internacional y doméstico, mostrando dos versiones completamente opuestas. En el ámbito local, su desempeño en la Premier League fue decepcionante, quedando al borde de la zona de descenso tras sumar apenas 11 victorias en 38 partidos y sufrir 22 derrotas, lo que lo ubicó como el primer equipo fuera de los puestos de peligro. Sin embargo, en el plano internacional, el conjunto inglés sorprendió al consagrarse campeón de la Europa League, demostrando un nivel competitivo muy superior al mostrado en la liga. Esta dualidad en su campaña refleja tanto las dificultades para mantener regularidad en el torneo inglés como su capacidad para destacar en escenarios continentales.
