El Borussia Dortmund regresa a la competencia tras un primer semestre positivo en el que dejó buenas sensaciones tanto a nivel local como internacional. El equipo logró llegar hasta los cuartos de final de la Champions League, se ubicó entre los ocho mejores en el Mundial de Clubes y cerró la Bundesliga en la cuarta posición, mostrando un funcionamiento sólido y competitivo. Con ese respaldo, los Negriamarillos afrontan ahora su debut en la Copa de Alemania con entusiasmo y la ambición de avanzar en el torneo, al mismo tiempo que afinan detalles de cara al inminente inicio de la Bundesliga, donde buscarán consolidar su crecimiento y aspirar a objetivos mayores.
Para el RW Essen este compromiso representa un reto mayúsculo, ya que enfrentará a un Borussia Dortmund que llega con el cartel de favorito por su jerarquía y antecedentes recientes. El equipo dirigido por Alois Koscinat atraviesa un momento discreto, acumulando tres partidos sin victorias, con evidentes dificultades en el frente ofensivo. En ese lapso, registró dos empates frente a Havelse y 1860 Múnich, además de una dura derrota en un amistoso contra el Augsburgo por 1-4, lo que refleja su falta de contundencia y fragilidad en defensa. A ello se suma un historial desfavorable ante los Negriamarillos, ya que cayó en tres de los últimos cuatro enfrentamientos directos, lo que refuerza aún más la superioridad de su rival y la complejidad del desafío que tiene por delante.
